Y llegó el día de la boda.
Y nos fuimos a Trujillo, la ciudad que vio crecer a Fátima.
El novio estaba en el hotel LAS CIGÜEÑAS y la novia en su casa.
Después de comer fuimos a hacerle las fotos a Esaú, que esperaba nervioso (cómo no) acompañado de sus padres.
Llegaron unos amigos, se empezó a arreglar bajo la mirada de su madre, a la que se notaba emocionada y orgullosa.
Dejamos a Esaú esperando el gran momento y llegamos a casa de Fátima, en la que se notaba el revuelo propio de una boda.
Ella estaba maquillándose, tranquila, pero supervisando que todo marchase a la perfección. Sus padres, abuelos, su hermano, amigas..todos estaban alli, acompañándole y ayudándole en ese momento.
Estaba guapísima con su vestido de AIRE NOVIAS, sencillo y precioso.
La ceremonia religiosa se celebró en la Iglesia de San Martin, en plena Plaza Mayor de Trujillo que estaba a rebosar de amigos y en la que la música estuvo a cargo de un estupendo coro polifónico.
Tras unas fotos en el Castillo y la zona vieja de la ciudad, a la que nos acompaño el hermano de Fátima, fuimos a la finca LAS GRANADAS REALES,a 13 kms. de Trujillo para la celebración.
Allí los amigos de los novios dieron muchisimo juego a la hora de las fotos. Cualquier cosa que les pedíamos les parecía estupenda ¡y nos lo pasamos genial!