Bea y Alvaro son la personificación de la complicidad.
Después de media vida juntos me llamaron para hacerles unas fotos para celebrar 12 años de vida en común, aunque realmente se conocen hace 20.
Son de esas parejas que desprenden buen rollo según entras por la puerta de su casa.
Pero además es una pareja muy especial para mi, porque a Bea la conozco desde que nació: es mi hermana pequeña.
Asi que fue muy fácil reflejar el cariño que se tienen, conociendo su historia de primera mano.
Hicimos la sesión en su casa, en el jardín, a pesar del frío. Sus risas hicieron que el ambiente se caldeara y así quedó reflejado en las fotos.
¡Te quiero, sister!